El Juego Libre

¿Qué ofrece el Juego Libre?

El juego es la actividad por excelencia donde el niño puede SER y CREAR en su mayor despliegue, construyendo acciones de exploración de posibilidades, tanto sobre su propio cuerpo como sobre el mundo que lo rodea. Dónde puede elegir, decidir, ensayar y buscar nuevas estrategias una y otra vez.

El juego libre ofrece un espacio y tiempo donde el niñ@ puede ser protagonista de sus propias acciones, poniendo en juego su mundo interno, sus intereses y deseos.

Puede tomar decisiones, es capaz de elegir con cuáles objetos jugar, cómo manipularlos y que uso darles, así como también cuánto tiempo  necesitará para llegar a sus objetivos.

Es capaz de reconocerse en su corporeidad, en sus destrezas motrices, poniendo en juego nuevos desafíos, a su tiempo.

  • Como adult@s debemos transformar nuestra mirada: empezar a pensar el JUEGO como el espacio de la actividad autónoma del niñ@. Un espacio/tiempo que pertenece al infante y no al adult@, con sus proyectos y sus objetivos.

¿Cuál es el rol del adulto en esta actividad?

Los adultos estaremos allí para observar, sostener y acompañar. Preparamos un espacio seguro que los habilite a explorar y ofrecemos los materiales.

Acompañamos desde la disponibilidad y la confianza de que ellos son los protagonistas de su actividad: fomentamos su autonomía.

A través de la observación aprendemos de su hacer, de la forma que tienen de poner en juego sus estrategias, siendo testigos de cómo es la elaboración mental de sus proyectos para luego llevarlos a cabo.

 Siendo sus puertos seguros, a partir de la cual toda navegación y exploración es posible.

  • El papel y la tarea del adulto son imprescindibles, precisamente el infante que es capaz de concentrarse y sumergirse en su juego es el infante que tiene al adulto integrado, que sabe que el adulto está disponible y confía en su presencia.

 

¿Qué materiales utilizamos?

Cuando acompañamos el juego libre de l@s niñ@s elegimos objetos desestructurados: aquellos que no tienen una finalidad en sí mismos.

Será el/la niñ@ quien elija como usarlos, cuánto rato y de qué forma explorarlos y transformarlos.

Preparamos un espacio con materiales sencillos, variados y que permitan muchísimos usos y combinaciones.

Son materiales que no requieren explicación ni intervención de los adult@s sobre cómo usarlos. Además al no tener un fin en sí mismos, ningún objeto será “bien usado o mal usado” si no que cada niño lo utilizará en función de sus intereses, su motivación y necesidades.

¿Qué favorece este tipo de material?

Se van adaptando al desarrollo del niñ@ a medida que crece: su uso se adapta tanto a las necesidades de exploración de un bebé chiquito como a los nuevos intereses a medida que el juego va cambiando.

Promueven la autonomía: el niño crea y decide su actividad, es quien la regula.

Desafía sus habilidades y promueve el desarrollo cognitivo.

Están libres de estereotipos: no promueven ningún rol específico ni pertenecen a “un género dado”.

¡Se consiguen fácilmente y son económicos!

  • Lograr un acompañamiento del Juego desde este lugar respetuoso y empoderante para el nin@ es un proceso paulatino que supone observación y reflexión de nuestro accionar como adultos.

Es un camino a veces difícil ya que implica transformar nuestra mirada y nuestras acciones: estamos más acostumbrados a “entretener” a los niñ@s, llenarlos de juguetes, de actividades…

 

Romina Pérez Toldi nos ejemplifica algunos ERRORES COMUNES que cometemos y entorpecen el juego autónomo:

  • Poca cantidad y variedad de materiales para el juego, lo que hace que se aburran y se frustren fácilmente.
  • Materiales muy parecidos entre ellos.
  • Materiales demasiado estructurados.
  • Materiales no accesibles o reunidos en un solo lugar (como el cesto de los tesoros).
  • Rotación continua de materiales lo que priva al infante de poder anticipar sus proyectos de acción.
  • Intervención continua del adulto invadiendo con sus intereses, lo que provoca dependencia y sentimiento de incompetencia, limitando las exploraciones y el descubrimiento además de dificultar una autonomía real.
  • Falta de un ambiente estable y seguro.
  • Falta de comunicación y diálogo.

 

Material extraído de los artículos sobre Juego Libre y Materiales, disponibles en www.tetaaporter.com. Autora: Romina Perez Toldi. Pedagoga especializada en cuidado y desarrollo en la primera infancia. Barcelona, España.